viernes, 17 de febrero de 2012

Perdón.

Eso. Perdón por tanto tiempo.
 Me fui de viaje. Recorrí un poco de Europa, y sí, siempre hay cosas que contar. Pero dista el viaje de ser ese "Euro trip " que nos enseñaron en las películas ( ¿ cuánto nos deben ya las películas ?).

 Igual, tampoco esperaba nada de ese estilo y he de decir que el viaje fue de lo más lindo. Pero si tengo que hacer referencia al ámbito sexual/ amoroso ( que, con perdón de lo demás, es básicamente lo que nos congrega a todos por estos lados) tal vez sí, no haya sido de lo mejor. Más que nada porque confirmó algunas teorías que andaban dando vuelta por mi cabeza.
 En el mundo gay no hay espacio para la juventud y lo que queda son cosas que simplemente aborrezco y de las cuales tengo miedo a que sean mi futuro.Hablo de esas personas de entre 27 y 45 años que son los señores de la escena gay mundial, ya sea que te encuentres en Hong Kong o en Groenlandia, si hay un gay al aire libre, va a tener esas características.Hombres que parecen todos salidos de la misma fabrica, con las mismas formas de pensar, la misma forma de vestir, de hablar y tantos TANTOS etcéteras.

 No soy boludo. Sé que hay otras cosas dando vueltas. Sé que el mundo es gigante, y que así como afirmo que cualquier gay que puedas encontrar en alguna ciudad va a ser así, también me animo a afirmar que en todas esas ciudades hay situaciones amorosas que nos dejarían anonadados, hay chicos gays de los cuales caeríamos enamorados sin remedio y personas de las cuales no nos podríamos separar jamás. Sin embargo son esas, justamente, las que no se pueden encontrar de la manera fácil. Esas son las que no van a aparecer en una disco gay, o en un chat para celular. Esas cosas se dan otros lugares: en aulas de secundarias, en clases de educación física, en algún vestuario de algún club pueblerino y en sitios así. Sitios que ya no existen para los que somos grandes para volver a la escuela; no existen para los que nos preguntamos que va a ser de nuestra vida ; no existen para aquellos cuya única compañía puede llegar a ser un libro, un contacto en el msn o simplemente uno mismo jugando a ser otro.

 La vida gay y, por qué no mi vida, se articula de esa manera: queriendo volver a lugares que ya no puedo, y no queriendo llegar a esos lugares que me esperan : a la adultez,a la rutina, a los treinta años en un chat gay...

 ...Y nos pesa sobre todo el desconocer si lo que no sabemos es adónde ir o adónde regresar, ya que ustedes están allá, y yo aquí.

 Un gran abrazo para todos.

2 comentarios:

  1. A no desesperar que como decís el mundo es gigante, solo hay que saber esperar.

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  2. ¡ANACRONISMOS! si no vivimos cada etapa de nuestra existencia como es, siempre estaremos fuera de juego. Es el aquí y ahora donde encontramos las soluciones a nuestra trayectoria vital; pues, estar anhelando constantemente el allí y el antes, o después, no tiene sentido.

    Como en cualquier relación humana, el trato hace el cariño; los deslumbramientos de película son eso, de película; la realidad es que es la misma convivencia la que hace surgir esas relaciones de compartir/complementar la propia existencia: ceder los propios intereses, para hacerlos comunes; y eso no tiene nada que ver con ser hetero u homo; quizás sea más costoso por pura razón estadística, se es minoría poblacional, pero tampoco podemos obviar qué tipo de relaciones se persiguen en pricipio: sin compromisos, una simple satisfacción fisiológica.

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