domingo, 18 de marzo de 2012

Sexo prohibido en la biblioteca


Un viernes a la noche, estaba en el chat gay, cuando me escribió un chico. Decía ser más chico que yo ( menor de edad ), aunque no tenía foto ni facebook. Tampoco quería verme a mí. Simplemente quería tener sexo al otro día, en el baño de la biblioteca.
Yo no quería. Le insistí de conocernos, de que que me pase alguna foto,pero no hubo caso. Mientras chateaba, yo conversaba con mi mejor amigo, de Argentina ( con el que " salí del armario " ) para que me aconsejara : no fué de gran ayudajajajja.
 La cuestión es que le dije que está bien que mañana iba a ir.
En realidad no sabía si iba a ir o no,pero por las dudas tenía una puerta abierta.
Decidí cubrirme,para el caso de que no me gustara o por si fuera algun tipo de chasco que me estaban jugando.
Pensé lo siguiente : ubicarme en alguna esquina con visión a la entrada de la biblioteca, y esperar a ver que pasaba , ya sea si entraba un grupito de personas o alguien que no me gustara.

Al otro día, ya ubicado en la esquina, y seguro de mi posición, me dí cuenta de que tal vez el chico bien podría venir por atrás mío.Cuando pensé en eso, giré y ví, a media cuadra, como un joven aparecía de entre las casas y caminaba hacia mí.
Por suerte no tardé en moverme, y cruzar. Para que no me viera.
Sin embargo yo sí lo pude ver a él, y en verdad no me gustó: mediría un metro sesenta, un ranto regordete ( no mucho ), piel un poco oscura, y con esa sombra de bigote que tienen algunos en su adolescencia y que sus padres, en muestra de su mal gusto, jamás afeitan.
Quedéme dudando, si aún ir a la biblioteca o no. Al final fuí, no por lujuria, sino porque tenía ganas de verlo y tal vez hablar. Quería saber que hace que un chico haga esas cosas que, si a mí me generan desconfianza, no me imagino a él.

Una vez adentro, tenía la sensación de haberme equivocado de persona. No me daba ninguna señal, ni siquiera me miraba. En fin, no parecía ser alguien que está ahí para hacer sexo oral en el baño.
Los minutos pasaban. De vez en cuando subía gente al tercer piso ( ahí estabamos ) y de vez en cuando se iban.
Yo agarré un libro y me senté, lo más próximo al baño posible.Despúes de unos diez minutos él pasó por adelante mío sin dirigirme la mirada y se metió al baño. No estaba seguro de si hacer un movimiento o no. Me parecía raro que hasta ese momento no me haya dado ninguna señal. No es lo que se acostumbra en el mundo gay ( que mientras mas obvio seas, mejor ).
Espere un rato, cuestión de tener una coartada (mas o menos ) creíble en el caso de que no sea, y golpee.
Me abrió :
- Si, ¿qué necesitas?-.
-¿Se puede? - le digo.
-¿Eres el de ayer?-me pregunta.
- Si- le digo y paso.
- Bueno,una mamadita y ya - me dice.
-Ok- le digo y comienzo a desabrocharme el cinturón.

Lo notaba muy nervioso. Muy errático en sus movimientos. No es que la estuviera chupando mal,pero de vez en cuando se levantaba, primero me dijo que le acabe en la boca, después que no y cosas de este estilo.
 Al rato me dijo si se la quería poner. Le dije que sí.
Se bajó los pantalones, y se dió vuelta. Yo empecé despacito, pero una vez que estaba toda adentro dijo que le dolía y ahí lo dejamos.
Volvió a chuparmela,pero no me dejó acabar. Dijo que ya estaba bien.Yo no tenía ganas de quejarme estando con un pibe de quince años adentro de un baño, así que asentí y me subí el pantalon.
Salió él primero y despúes yo.
En un principio atribuí su comportamiento a que yo no le gustaba y por eso no estaba cómodo y actuaba de tal manera.
Pero luego mi sopresa fue tremenda, cuando, a la tarde abro el messenger y me encuentro con que tenía mensajes de él diciendome si quería quedar de nuevo.
Fue en ese momento cuando me dí cuenta que, el hecho de que actuara así se debía simplemente a su edad. Era algo que yo, por no tener contacto con los "adolescentes " de hoy , no me lo esperaba.
Me dejó dado vuelta, y con el convencimiento de que no debía volver a hacer nada con él.
Cuando volvimos a hablar le dije que busque alguien de su edad, que yo no era algo bueno para él.
Un par de veces insistió, pero ahora ya está todo en el pasado.
No creo haber hecho algo tan malo y es bueno aprender la lección en unos instantes. Es algo que no me ocurre con frecuencia. Pero en verdad no lo sé. Si ustedes, lectores, gustan de tirar la primera piedra, acá los leo con cariño.
Para mí, fue una experiencia agridulce. Pero en fin, supongo que no soy el paradigma de la moral.

1 comentario:

  1. Jajajjaa me hizo reir! Odio los pendejos chicos, son vuelteros y cogen mal! encima era feo? fue pura lujuria lo que hiciste, a quién no le pasó alguna vez? Cuando se coge hay que estar seguro, y jugar al límite... Hay pendejos y pendejos igual... Lo peor de estos pendejitos menores inseguros es cuando se confunden y se enganchan, no te los sacas más, mi consejo, no le des mas bola!!

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